¿Qué deja el primer trimestre de 2017?

LEANDRO FISANOTTI *
 
Los FCI constituyen, como industria, el principal inversor institucional de la Argentina, dinamizando el ahorro público hacia el sistema financiero. Al configurar una sencilla vía de acceso de los ahorristas hacia el mercado de capitales, resultan una pieza fundamental para el desarrollo de un mercado robusto y la inclusión financiera de los ciudadanos.

 

El primer trimestre del año deja un saldo más que favorable para la industria de Fondos Comunes de Inversión, que se consolida como el actor protagónico entre los inversores institucionales, tanto por su capacidad de atender las necesidades corporativas como por la agilidad para captar participaciones de pequeños ahorristas. En términos de patrimonio administrado, el tercer mes del año marcó un incremento del 7,2% respecto del cierre del mes anterior (lo que representa unos 30.000 millones de pesos, que se explican por el rendimiento de las inversiones por 1,9% y nuevos aportes de los cuotapartistas por 5,3%).
 
En lo que va de 2017, el total de fondos administrados por la industria de FCI abiertos trepó en unos $ 125.676 millones, lo que implica un crecimiento del 39% respecto del nivel en el que finalizó el año anterior. Si se mide en dólares, el incremento en el tamaño de la industria durante los primeros tres meses de 2017 fue del 43%, un resultado – mire por donde se mire – extraordinario, y que colma de expectativas hacia futuro en lo que refiere al desarrollo del mercado de capitales en la Argentina. A fin de establecer una comparación, en el mismo período del año anterior se registró una contracción en los fondos administrados del 13%, medido en dólares estadounidenses, que se explicó principalmente por la salida de los inversores desde los fondos de administración de liquidez (money markets) tras la liberación de restricciones operativas y cambiarias que pesaban sobre las tesorerías corporativas.
 
Si se analiza la composición de los fondos administrados, puede observarse que la mayor parte de los FCI disponibles en la Argentina corresponden a fondos en pesos (95% del total bajo gestión), y se concentran en inversiones de renta fija. El 71% del monto total de fondos en pesos y el 87% de los fondos nominados en dólares corresponde a carteras de instrumentos de renta fija. Los fondos de mercado de dinero explican, por su parte, algo menos del 12% del total de los assett under management locales actualmente. Esto marca una contracción notoria desde el 25% que representaba este rubro al cierre de 2015.
 
 
La dinámica, la inclusión financiera y el desafío de crecimiento
 
En resumidas cuentas, la industria de Fondos Comunes de Inversión en la Argentina se encuentra en una senda de marcado crecimiento. Los hitos pueden hallarse en la expansión del volumen de fondos administrados, con elocuentes tasas de expansión (52% en 2016, 61% en 2015, 82% en 2014 y 61% en 2013). No obstante, es tan relevante esto como referir que la industria ha crecido notablemente en su base de inversores. Considerando las personas físicas que invierten en Fondos Comunes de Inversión, la base de cuentas cuotapartistas creció un 92% en 2016 y el primer trimestre del año deja un saldo más que alentador. Entre enero y marzo, la cantidad de inversores se expandió en un 31% considerando las personas humanas y un 13% entre los inversores persona jurídica. Esta variación positiva representa un máximo en la serie histórica y tiene una traducción que no puede pasarse por alto: cada vez más argentinos acceden a invertir en el mercado de capitales a través de los fondos comunes de inversión, bajo un esquema seguro y transparente, movilizando sus ahorros hacia la inversión. Esto es, ni más ni menos que, más desarrollo para un mercado de capitales que lo necesita, más financiamiento para las empresas locales y más inclusión financiera para que los ahorristas – pequeños o grandes – se conviertan en inversores.
 
 
Los desafíos que quedan por delante no son menores. El crecimiento exhibido por la industria entusiasma, aunque queda mucho camino por recorrer. En la actualidad, el stock de fondos administrados por las sociedades gerentes de fondos comunes de inversión totalizan algo más del 5% del PBI, guarismo que se encuentra muy por debajo de nuestros pares regionales. Chile supera el 16% y Brasil trepa por encima del 40%. La buena noticia detrás de esto es que tan solo el catch up regional permitirá expandir la industria y dinamizar el mercado. Claramente, esto deberá estar asociado también a la posibilidad de generar nuevos instrumentos y soluciones financieras que permitan captar y gestionar el ahorro del público.
 
Para concluir, un aspecto que no debe pasarse por alto es que el propio crecimiento de los fondos comunes de inversión impone beneficios en el mercado en su conjunto. Dinamiza las operaciones, da liquidez y profundidad. Permite agregar el ahorro y que este sea gestionado profesionalmente hacia inversiones en el ámbito de la oferta pública. Establece una matriz de propiedad del capital y pasivo con sesgo hacia la profesionalización, lo que genera incentivos para la adopción de prácticas de buen gobierno corporativo. Esto a la postre incrementa la sustentabilidad y valor de las empresas. Estudios demuestran que los inversores están dispuestos a pagar entre un 10% y un 15% más por las acciones de las empresas que adoptan buenas prácticas de gobernanza, y al promover su adopción incrementan el valor de sus inversiones al tiempo que mejoran la gestión empresarial. Ni más ni menos que un círculo virtuoso.
 
 
*Licenciado en Administración. Magíster en Finanzas. Director de Pellegrini S.A. Gerente de Fondos Comunes de Inversión. Gerente de Desarrollo del Mercado Argentino de Valores S.A. y Director de Rosario Administradora Sociedad Fiduciaria S.A. Las opiniones son responsabilidad del autor.
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