Precios Transparentes, consumidores informados

Por Laura Rodríguez Machado*

Los consumidores tenemos poco tiempo para analizar detalles de financiamiento de productos.  Precio de contado, cuota fija, baja tasa de financiamiento, bajo interés y otras palabras atractivas son llamadores que no siempre eran sinceros. Si el gobierno  “K” no quería reconocer que había inflación menos se le pasaba por la cabeza corregir mensajes equívocos de ofertas protegiendo a los consumidores de mensajes  poco claras.

En el mundo del revés la verdad es una locura, y la  etapa de verdades a medias  ya terminó en nuestro país. La información adecuada y dicha de forma clara no será solo para el gobierno en sus informes de presupuestos y gastos sino que esta deberá llegar a la gente para que pueda manejarse en sus actos cotidianos: en lo que compra y paga todos los días para que tome la mejor decisión para su bolsillo.

Pero entonces ¿qué son los Precios Transparentes? Consisten en una medida tomada por el Poder Ejecutivo Nacional que logrará acabar con una verdadera injusticia que vivían los consumidores, a quienes, con el afán de hacerles creer que podían pagar en una determinada cantidad de cuotas “sin interés”, les trasladaban el costo de financiamiento de esas cuotas al monto de contado del producto ¡usaran las cuotas o no! Es decir que aquellos que pagaban al contado —en efectivo, con débito o con crédito en un solo pago— abonaban por un servicio que no estaban recibiendo, el financiamiento. Todo ello para hacernos creer que no se nos cobraba interés intentando hacer coincidir la suma de las cuotas con el precio del producto en un solo pago.

Así fue que los sectores más vulnerables de la sociedad, aquellos de menos recursos que no cuentan con medios de pago electrónicos, fueron los más afectados con este perverso sistema que contrariaba la ley de defensa al consumidor, engañándolos y cobrándoles un financiamiento al cual no tenían acceso alguno. Pero a partir del 1º de febrero eso se acabó y cada comercio debe informarle a los consumidores qué es lo que se les está cobrando, el monto de cada cuota, el costo financiero total y cuál es el verdadero valor al contado, quedando expresamente prohibido trasladarle a éste los costos en los que no incurre.

De la misma manera, como ningún precio subió ni subirá puesto que la medida lo único que hace es informar por qué se paga lo que se paga y de hecho se deja de pagar lo que no se debe, los planes Ahora 12 y Ahora 18 continúan también intactos, seguirán siendo igual de convenientes que antes teniendo en cuenta que su financiamiento cuesta en promedio la mitad que el de los otros medios. La única diferencia con el pasado es que ellos, como todos, deberán informar cuál es su costo financiero por más pequeño que sea. Reglas claras para todo el mundo, de eso se trata.

Seguirán las cuotas fijas, seguirá el precio de contado, podrá o no haber cuotas con interés si se ofrece el pago en varias veces; la única diferencia con lo que pasaba es que sabremos “siempre” la verdad del precio y no pagaremos más sin saber que estamos pagando intereses sin ser informados. Desde que se inicio  este programa bajaron precios de productos de contado hasta un 30% en algunos casos.

El  derecho de los consumidores a contar con toda la información que merecen a la hora de realizar su compra para que, conociendo los verdaderos valores, tengan ellos la libertad de elegir cómo pagar: financiando su pago con el costo que ello implique o pagando al contado sin que ya nadie le cobre por lo que no usa. Así de fácil, así de cierto, así de transparente.

*Senadora Nacional por Córdoba, presidenta del bloque Frente Pro del Senado

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