El Clima Local Siembra Dudas en la Cosecha

Terminando el primer mes del año, finalizó tanto la cosecha de trigo como la siembra de soja, quedando solo un mínimo del área de maíz por implantar. A partir de aquí, será el clima quien tenga plena influencia en el andar de los cultivos

Ya con esto en mente, el factor climático desarrolla su rol habitual, en Sudamérica, para esta época del año. Así, la situación hídrica dispar en nuestro país comienza a generar dudas respecto a potenciales caídas de rindes. Se destaca lo errático de las precipitaciones con áreas de la zona núcleo anegadas y a pocos kilómetros, campos que precisan de lluvias con celeridad.

Por esto, los rindes de los maíces tempranos empiezan a estar en jaque, mientras que el llenado de vainas de la soja de primera genera incertidumbre. Cabe recordar que el poroto siempre tiene una carta más por jugar si se dieran algunas lluvias en esta semana, dada su capacidad de recuperarse. En el caso del forrajero, la estimación de 23.8M de toneladas de la BCR ya está bajo observación, mientras que se mantienen los 55M de toneladas de soja.

En el ámbito internacional, la situación en Brasil también se mueve por el clima, con varias zonas recibiendo lluvias, lo que dificulta la recolección de soja. A su vez, esto deriva en disminución de la safrinha, ante la dificultad para implantar el maíz.

Todo esto se tradujo en aumentos en las cotizaciones de soja y maíz en EE.UU., para esta semana, dando a entender que el mundo presta atención a los acontecimientos locales. La plaza estadounidense se recuperó de la caída del jueves, tras anunciarse cancelaciones de compras chinas de soja por, casi, 400.000 toneladas, y cerró en 324u$s/tn.

Aún con estos movimientos, no se alcanzaron los 330u$s/tn, que hicieron de techo hace quince días y el poroto no parece podes salir de la lateralización que muestra su cotización en los últimos cinco meses.

Los productores en EE.UU., al igual que en el resto del mundo, evitan vender cuando consideran que los precios son bajos, pero por otro lado, el importante nivel de oferta y la falta de aceleración de la demanda hacen difícil que veamos una suba significativa en el corto plazo. Si a esto sumamos que el resto de los actores macroeconómicos, con el petróleo a la cabeza, está jugando en contra del agro, las chances de romper este canal lateral que se observa en soja, maíz y trigo parecen aún menores.

En este escenario, y para los más valientes, la venta de opciones podría ser una forma de mejorar los precios de venta, aunque, claramente, la exposición al riesgo es significativa.

Mientras tanto, en nuestro país, los precios siguen rondando los 3.300$/tn, valor que volvimos a ver el viernes, es decir, 239u$s/tn. A su vez, de a poco nos acercamos al empalme con la cosecha nueva, y a la convergencia de los precios disponibles y a cosecha del poroto. Históricamente, los precios del mercado disponible caen hasta cotizar lo que la mercadería en cosecha, la cual hoy se negocia en 216u$s/tn.

Esto implicaría perder 23u$s/tn por retener la mercadería un mes. Por supuesto, está el factor del tipo de cambio, el cual podría mejorar el precio de venta en pesos durante la cosecha. Sin embargo, si tomamos el valor del dólar mayo en el Rofex, y lo utilizamos para pesificar los 216u$s/tn, el precio en pesos resulta 3.200$/tn.

Para finalizar el análisis del precio, habría que agregar la pérdida de ingresos por colocar los cobros actuales en instrumentos que rindan tasa de interés, ya que si alguien puede esperar hasta vender en cosecha es porque no tiene necesidad de realizar pagos, y por ende, podría disponer del dinero para colocarlo en activos financieros. Así, de cobrar los 3.300$/tn actuales y comprar Letras del Banco Central, que rinden un 29%, el precio final obtenido en mayo sería cercano a 3.500$/tn.

Para obtener ese mismo precio en cosecha, el tipo de cambio debería ser de 16,30$/u$s. No hay que olvidar que, si alguien espera un movimiento de esa magnitud en tipo de cambio, bien podría cubrirse con otros activos en lugar de dejar pasar la oportunidad de venta.

Por otro lado, si se busca realizar operaciones de soja nueva, creo que la mejor posibilidad pasa por comprar un Put 214 a 5u$s/tn y vender un Call 230 a 2.5u$s/tn. De este modo se asegura un piso en el corto plazo, por si el mundo vuelve a envestir contra la soja, financiándolo en parte con el call en la zona más alta de los precios vistos en el último año.

Algo similar ocurre con el maíz, el cual está observando pocos cambios en el plano internacional, y esto se traduce en pocas chances de aumento en el ámbito local. Sin embargo, y a favor del productor, el precio pagado por el forrajero se ubica por encima del FAS teórico, dejando ver que hay demanda por el maíz argentino y que los precios hacen su parte por invitar a vender.

La oferta por mercadería nueva ronda 155u$s/tn con entrega en cosecha, y 152u$s/tn en julio. Esto muestra que la siembra de maíz tardío en nuestro país y la injerencia de la safrinha brasileña en el comercio del maíz pesan sobre los precios. Esto valores están por debajo de los precios FOB estimados por el Minagri, aunque no resultan raros, comparándolos con años en que no había retenciones, considerando que son valores para el momento de mayor oferta del forrajero.

Por último, el trigo vio culminar su cosecha, con un resultado dispar según la fuente consultada, ya que la BCR anuncia 9.6M de toneladas, mientras que la BCBA habla de 10.3M. En cualquier caso, la producción queda muy por detrás del potencial argentino y se destaca además, la ausencia de trigo de calidad en cantidad. El dato más sobresaliente ha sido la reinserción de nuestro país en el comercio internacional del cereal, con ventas a Egipto que hacía tiempo no se veían.

Si bien no implica grandes subas en el precio, esto resulta un panorama alentador para el devenir comercial de Argentina, ya que podríamos recuperar nuestro puesto de relevancia en el comercio de cereales, mejorando así la demanda que hay sobre nuestros productos.

Respecto del trigo, los precios actuales se ubican muy por debajo de los precios FOB y FAS oficiales, con las cotizaciones en el disponible, según la pizarra de la BCR, rondando 1850$/tn y la entrega julio en 160u$s/tn. Aún así, el as bajo la manga sigue siendo el trigo de calidad, ya que puede defender mejor su cotización y, probablemente, juegue un papel preponderante a mitad de año.

Con las labores prácticamente terminadas y quedando un mes donde el tiempo estará más disponible, el productor debería evaluar cuáles son sus costos y sus precios de venta de indiferencia para tomar mejores decisiones a la hora de comercializar. A esto hay que agregar que, tal como el 2015, este año seguirá muy dominado por el aspecto financiero. En consecuencia, hay que sacar punta al lápiz y determinar que tasas son aceptables para financiarse versus la posibilidad de vender y generar su propia tasa de interés.

Comentarios