Estacioneros: “La rentabilidad bruta es del 8%”

Los costos detrás de la operación de una expendedora de combustibles

Suben los combustibles pero los estacioneros se quejan. Tienen sus motivos, dado que el aumento de alrededor de 40 centavos que sufrirán los precios desde este sábado se trata de un impuesto, que no mejora su alicaída rentabilidad, amenazada por varios frentes.

Según explicó, el prosecretario de la Federación de Expendedores de Combustibles y Afines del Centro de la República (FECAC), Gabriel Bornoroni, una estación de servicio tiene una rentabilidad bruta del 8%, “pero nosotros nos enfocamos en el volumen, si vendemos mucho, tenemos buena rentabilidad”.

No obstante, esa rentabilidad se ve bombardeada por costos financieros. “Las tarjetas nos cobran el 1,3% y nos pagan a los 28 días; y si no recibiéramos tarjetas y sólo tomáramos efectivo, los bancos nos cobran el 1% por depósito (…) Estamos en una encrucijada”, apuntó Bornoroni. Y agregó, “entiendo que todos tienen que hacer negocios, pero cuando la rentabilidad es baja hay que afinar el lápiz”.

La explicación de la suba

Según explicó el miembro de FECAC, la suba del precio de los combustibles está atravesada por dos variables. “Por un lado esta el acuerdo al que llegaron las petroleras con el gobierno, que responde a la suba internacional del petróleo, el dólar y los biocombustibles; y por otro, está el impuesto a los combustibles que, conforme a la reforma tributaria, se debe revisar trimestralmente por el IPC”.

Para intentar morigerar el incremento, “se está hablando de reflotar un barril criollo en torno a los 70 dólares, y un aumento gradual del 3% mensual por un año”. Aunque Aranguren repudió esa misma medida durante el kirchnerismo y ahora no está muy de acuerdo, la fuerte suba de las variables que componen el precio local le achica los márgenes de maniobra. “Cuando se liberaron los precios de los combustibles, el crudo estaba en 55 dólares, hoy esta en 78 dólares. Si siguiera el sistema vigente, la nafta debería subir un 40%”, apuntó Bornoroni.

En este contexto, las estaciones que peor la pasan son las denominadas “blancas”, que no tienen bandera de ninguna petrolera en especial y se abastecen del mercado mayorista. “No hay precio, y las petroleras privilegian a las estaciones con las que tienen contrato”, dijo el prosecretario de FECAC. En esta situación se encuentran las 300 expendedoras que quedaron sin abastecimiento fijo desde la quiebra de Oil Combustibles.

REDACCIÓN ON24
Por Mariano Fortuna

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