Que conviene sembrar en zona núcleo

 

Comparamos soja de 1° con maíz de 1° temprano en zona núcleo. La inversión inicial en maíz es un 67% más alta que en soja. Los márgenes brutos son prácticamente similares en ambos cultivos. Los costos totales de explotación del maíz son 80% más elevados que los de la soja. La semilla y los fertilizantes nitrogenados tienen gran peso en el maíz. Los agroquímicos tienen fuerte peso en soja. El peso de las labores (siembra y pulverización) son más altas en soja que en maíz porque demanda mayor número de aplicaciones. Los fletes son muy relevantes: representan el 32% de los costos totales en maíz y 27% en soja. Hay decisiones de productores de comprar camiones.

En los dos últimos informativos semanales (N° 1769 del 29/7/2016 y N° 1770 del 5/8/2016) analizamos los márgenes brutos esperados de sembrar maíz de primera temprano y soja de primera en zona núcleo en 200 hectáreas de campo propio (Nueva campaña 2016/2017). En la presente nota compararemos los resultados que se esperan obtener con ambos cultivos.

Inversión a realizar 
 
En el cuadro N°1 podemos ver que la inversión a realizar en maíz es mayor que en soja de primera. En maíz estamos hablando de 455 U$S/ha contra 272/ha U$S en soja. Estamos contabilizando como inversión la sumatoria de las erogaciones en insumos, labores (siembra y pulverización) y seguros. Es conocido por todos que la inversión inicial que demanda el maíz supera a la solicitada por la soja. La del maíz es un 67% más alta que la demandada en soja de primera. Esto tiene que ver con el peso de la semilla en maíz, como veremos más adelante.
 
 
Margen Bruto: 
 
Los márgenes brutos (en U$S/ha) son prácticamente similares. En maíz, si todo anda con “viento en popa”, el margen que se obtendría ascendería a 469 U$S/ha. En soja de primera, alcanzaría a 439 U$S, apenas 30 U$S/ha más bajo que en maíz. En 200 hectáreas, el maíz permitiría lograr apenas 6.000 U$S más que la soja para el hombre de campo. El supuesto productor lograría 93.800 U$S de margen bruto en maíz de primera versus 87.900 U$S en soja de primera. Con estos márgenes deberán sufragar los siguientes impuestos: a las ganancias, Impuesto a la ganancia mínima presunta, impuesto a los bienes personales, impuesto a los débitos y créditos bancarios, la tasa vial o de mejora de caminos, Impuesto de sellos, impuesto inmobiliario provincial e impuesto de sellos.
 
Este productor de 200 ha, si hace maíz deberá invertir cerca de 91 mil dólares, en tanto que en soja de primera deberá erogar cerca de 54.500 U$S. La conclusión de los números fríos es que en maíz hay que invertir un 67% más que en soja para obtener apenas un 6% más de margen bruto que en la oleaginosa (los citados 30 U$S/ha adicionales). La relación margen bruto/inversión parece seguir favoreciendo a la soja.
 
Costos totales de explotación sin alquiler: 
 
En el cuadro N°2 hemos realizado una comparación de cada uno de los rubros de erogaciones sobre el total de los costos de explotación para cada uno de los cultivos. El costo total en soja de primera asciende a 540 U$S/ha contra 974 U$S/ha en maíz de primera temprano. Los costos totales de explotación del maíz son 80% más elevados que los de la soja. Estamos computando aquí los siguientes rubros: insumos, labores, gastos de cosecha, seguros, fletes y otros gastos de comercialización, gastos de estructura y administración.
 
 
El peso de cada rubro de costos en el total de erogaciones: 
 
La estructura de costos del maíz de primera temprano en campo propio muestra la siguiente composición en líneas generales: 
 
•Los insumos representan casi el 40% de los costos totales. 
•La semilla tiene una importancia clave en las erogaciones: tiene un peso del 21% respecto del costo total sin computar alquileres. 
•El peso de las labores es del 5% sobre los costos totales. El año pasado se estimaba en un 7%. Hablamos aquí de siembra y pulverización. 
•Los gastos de cosecha representan el 12% de los costos totales. 
•Entre flete corto y flete largo, el peso de estos dos rubros equivale al 32% de los costos totales. Una cifra por cierto importante, para una explotación ubicada a apenas 180 Km de las terminales portuarias del Gran Rosario. 
•Ambos fletes representan el 87% de los costos de comercialización. 
•Los gastos de comercialización tienen un peso del 36% en el total de costos. Como dijimos anteriormente, los fletes aportan el 32% y el resto de los gastos (comisión acopio, corredor, paritaria) suman apenas el 4% restante sobre los costos totales.
•Los gastos de estructura y administración han tenido un importante aumento interanual debido a los aumentos tarifarios, ajustes salariales e incrementos en otros servicios (impositivo, legal, etc). Representan el 5% de los costos totales de explotación.
 
En cambio, la estructura de costos en soja de primera en campo propio muestra los siguientes aspectos:  
 
•Los insumos representan casi el 37% de los costos totales. 
•La semilla tiene una baja incidencia en el total de erogaciones en soja de primera: 7%. Ocurre a la inversa del maíz donde los gastos en semilla son relevantes. Lo que sí tiene un fuerte peso en soja son los agroquímicos: herbicidas, funguicidas y otros. Estos últimos representan el 30% del costo total de explotación sin computar alquileres. 
•El peso de las labores es del 12% sobre los costos totales. Es la suma de siembra y pulverización. 
•Los gastos de cosecha representan el 15% de los costos totales. 
•Entre flete corto y flete largo, el peso de estos dos rubros equivale al 27% de los costos totales. Cifra importante, aunque más baja que en maíz. Ambos fletes representan el 80% de los costos de comercialización. 
•Los gastos de comercialización tienen un peso del 29% en el total de costos. Como dijimos anteriormente, los fletes aportan el 23% y el resto de los gastos (comisión acopio, corredor, paritaria) suman apenas el 6% restante sobre el total de costos de explotación.
•Los gastos de estructura y administración representan el 6% de los costos totales de explotación.
 
Comparación entre maíz y soja en el peso de los rubros de costos: 
 
La comparación de la estructura de costos de ambos cultivos muestra los siguientes aspectos significativos:  
 
•En cuanto a insumos, el gran costo del maíz –a diferencia de la soja- es la semilla. Estas erogaciones representan el 21% de los costos totales, a diferencia de la soja donde el peso de la semilla alcanza al 7%. La clave en este tema está en la genética de la semilla híbrida de maíz. Es importante destacar que se han desarrollado eventos genéticos que no necesitan (o disminuyen) la aplicación de agroquímicos en maíz. Lo contrario ocurre en soja, donde la semilla es un insumo relativamente barato, pero la producción del cultivo implica importantes erogaciones en herbicidas, insecticidas y funguicidas. Estas erogaciones en agroquímicos representan en soja de primera el 30% de los costos totales. En cambio en maíz llegan al 19%
•Otro costo importante en maíz es su gran demanda de fertilizantes nitrogenados, mientras que en el caso de la soja, por ser una leguminosa, tiene la capacidad de fijar el nitrógeno a través de procesos biológicos sin la necesidad de incurrir en ese costo. 
•El peso relativo de las labores (siembra y pulverización) son más altas en soja de primera porque necesita más número de aplicaciones que el maíz. En el primer cultivo representan el 12% de los costos totales, en tanto que en maíz apenas llegan al 5%. 
•El costo del flete (corto y largo) por hectárea del cultivo de maíz es mayor que el de la soja porque la productividad unitaria del cereal es más elevada. En el ejemplo del análisis, se estima un rinde de maíz de 95 qq/ha versus una soja de 38 qq/ha. Hay más volumen a transportar en maíz que en soja. De allí los mayores costos. En maíz asciende a 309 U$S/ha, en tanto que en soja es de 123 U$S/ha. En consecuencia, medido en U$S/ha, el flete en maíz es un 150% más elevado que en soja. 
•Hablar de fletes (corto y largo) que representan el 32% y 27% de los costos totales en maíz y soja, respectivamente, son cifras por cierto relevantes. De allí que hay decisiones de productores de adquirir vehículos pesados con el objeto de reducir el peso de este rubro en las erogaciones totales de sus cultivos.
 
Autores: Sofia Corina – Julio Calzada – BCR
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