La exportación ajusta sus márgenes

Se encienden las alarmas en la cadena láctea

Un reciente informe del Ieral de la Fundación Mediterránea analiza la coyuntura de los actores de la cadena láctea. El precio consumidor final de los lácteos (promedio ponderado), que se había mantenido relativamente estable durante 2017 (en términos reales), sufre un ajuste fuerte durante todo 2018; recién en octubre muestra una tibia recuperación, que habrá que esperar hasta ver si se logra sostener en los próximos meses.

De acuerdo a estimaciones de IERAL, la integración láctea (valor promedio de cada litro de leche cruda incorporado en los productos finales) alcanzó los $29,3 por litro elaborado en octubre, cuando un año atrás se ubicaba en $32,0 (a pesos constantes de oct’18). Según estos valores, la canasta de lácteos perdió 8,6% de su poder de compra en los últimos 12 meses; es decir, en este período, los precios de los lácteos no lograron, en general, seguirle el ritmo a la inflación.

El valor de integración de octubre es de los más bajos de los últimos años, señal que la oferta de productos sigue siendo abundante en relación a la capacidad de absorción del mercado y el poder adquisitivo del consumidor local.

Exportación

De acuerdo a datos oficiales y estimaciones propias, se habrían exportado productos lácteos por una suma equivalente a 226 millones de litros de leche cruda en octubre, un volumen que es 80% más alto que el de 12 meses atrás; hay que retroceder hasta octubre de 2015 (tres años) para encontrar un flujo de similar magnitud.

En los últimos tres meses la colocación de productos en los mercados externos estaría representando aproximadamente el 19% de la leche cruda producida en el país, creciendo en importancia como destino de la producción local.

La recuperación de márgenes del sector exportador explica el crecimiento de los envíos. A mediados de 2018, el margen bruto de una operación de exportación de leche en polvo entera era equivalente al 50% del costo de la leche cruda incorporada, un porcentaje muy superior respecto del que se tuviera en los dos años previos.

En cuanto a la sostenibilidad del proceso, se ha encendido una alarma en octubre. El indicador de margen bruto que construye y monitorea IERAL se ha ubicado por debajo del 30% en este último mes (umbral crítico), mostrando un deterioro importante por combinación de tres factores: a) una baja en las cotizaciones internacionales de los lácteos; b) la vuelta de los derechos de exportación; c) una reducción en los reintegros de exportación.

A comienzos de septiembre de 2018 el gobierno nacional, urgido por una situación fiscal crítica, decidió volver a aplicar derechos de exportación sobre todos los productos que Argentina envía al exterior, incluyendo los lácteos. De esta manera, los lácteos vuelven a 4 tener derechos de exportación, después de casi 10 años de no ser alcanzados por este nocivo impuesto.

A partir de las alícuotas efectivas de DEX y del flujo de exportaciones (medido en valor) se estima que la recaudación (neta) que logra el gobierno a partir de los envíos de lácteos (descontando reintegros) debería aproximarse a los US$ 25 millones en los últimos 4 meses de año. Suponiendo que la incidencia del impuesto recayese completamente en el primer eslabón de la cadena, los tambos estarían resignando $0,24 por litro de leche producido. · Al número anterior habría que cotejarlo con el ahorro que le significa al eslabón primario la presencia de derechos de exportación en los principales insumos de alimentación (maíz y harinas proteicas), a los efectos de determinar el resultado neto de la presencia de este impuesto en el sistema tributario local.

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