La demanda de plantines tintos creció un 40%

Nuevamente este año se repite una realidad comercial: las variedades de uvas tintas lideran las compras de productores y bodegueros. El foco de la demanda está sobre los plantines de ancelotta, aspirant bouchet y malbec.

Desde Vivero Mercier, Cristóbal Sola detalló que el malbec sigue marcando tendencia y es la cepa preferida, un podio que según Sola lo mantiene desde hace 10 años.

“Actualmente la demanda por este varietal supera el 60% del total de plantas. El perfil del malbec demandado apunta a selecciones masales o clones de alta productividad y, sobre todo, que muestren un buen comportamiento frente a condiciones adversas para el cuaje. Crece año a año la preferencia por el uso de pie americano. Al igual que el año pasado notamos también más tonificada la demanda por chardonnay, pinot noir y cabernet franc”, amplió Sola.

En plena temporada de pedidos y ventas, desde los viveros las voces son optimistas y marcan una demanda con subas con respecto al año pasado del 40%.

“No son grandes pedidos; son productores que están buscando remplazar las fallas que tienen”, explicó Carlos Corvala, de Vivero Isabel.
Fallas, en el lenguaje técnico, significa aquellas plantas que por vejez, o por haber sufrido alguna plaga o inclemencia climática, ya no son productivas.

“En esos casos tenemos muchos productores que vienen a comprar plantas porque se les han roto, y quieren reponer sus hectáreas con nuevas vides. Tenemos todo tipo de pedidos pero en general se concentran entre las 10 mil a 15 mil plantas por cliente”, explicó Corvala.

Los vaivenes macro económicos de años anteriores hicieron que Corvala sufriera baja demanda, sin embargo este año la demanda aumentó para ellos un 100% con respecto al año pasado.

“Nosotros hemos tenido dos años muy malos ya que la política económica no nos favoreció. Sin embargo desde el año pasado y éste estamos presupuestando mucho más porque el productor está más optimista. En nuestro caso tenemos un 100% más de pedidos y ventas que el año pasado”, detalló Corvala.

La suba de las ventas también es palbable en Vivero San Nicolás; más aún ya han vendido todo el stock que poseen de injertos.

En la mayoría de los casos los varietales más pedidos son malbec, ancelotta y aspirant bouchet, todas variedades tintas.

Si bien este año no han vendido injertos, son los barbechos de San Nicolás los que marcan la gran venta. Al momento llevan vendidos más de un millón y siguen tomando pedidos. Las entregas comenzarán a realizarlas en agosto hasta noviembre.

El clima positivo marcado por la demanda sostenida también es ratificada por Sola, de Vivero Mercier, quien afirmó que si bien la temporada de ventas recién empieza, ya puede decir que superará la de 2016. Una de las causas señaladas por esta bonanza de pedidos está, según Sola, en las mejoras en el precio de las uvas en esta última vendimia, lo que marca tendencia y se refleja en consultas y numerosos proyectos de reconversión. “En cada finca, hay cuarteles envejecidos o con baja productividad y sobre ese remplazo es adonde se dirigen la mayor cantidad de consultas”, detalló Sola.

En el caso de Vivero Las Delicias uno de los referentes del sector, el volumen de pedidos varía ya que poseen clientes que compran desde 3 mil plantas, en tanto, hay otros que compran más 50 mil plantas.

En el caso de Vivero Productora, el Malbec es la uva que más tracciona la venta en $ 10 si es barbecho, y $ 25 si es injertado.

En ese caso apuntaron que la demanda se concentra según la de la necesidad y suelo del cliente. Si está enfermo el suelo con nematodos la mejor opción es la vid injertada. También pesa mucho la variedad de vid que seleccione.

Es importante recordar que el injerto es una técnica que se sumariza por la unión de yemas y se produce cuando se injerta una planta. El vástago debe contener muchas yemas, pero la unión normalmente utiliza solamente una sola yema. El único requisito para que el injerto “pegue”, es que el contacto se haga en el cambium. El cambium es una capa sencilla de células localizadas justo por debajo de la corteza.

En tanto el barbecho es una planta de vid de raíz desnuda. Su compra es indicada cuando se necesita rusticidad y resistencia en el trasplante, y los viveros las entregan en invierno y primavera, entre los meses de agosto y setiembre.

Como característica principal es su gran rusticidad debido a la época de trasplante en la que se realiza y su gran capacidad de reservas al ser una planta de un año de edad, por lo que es una planta que puede resistir algún stress hídrico en trasplante.

Justamente en este sector en particular la buena calidad de las vides es crucial para los productores y bodegueros.

En el caso de Vivero San Nicolás, todos los años desmontan sus cuarteles. “Tenemos un sector de 200 hectáreas y es muy favorable esta práctica en nuestra propiedad. En segunda instancia las plantas están certificadas por Senasa e Inase. También hacemos análisis de suelo y planta una vez por mes. Realmente el control es muy intensivo sobre las plantas”, explicó Johanna Castro, de Vivero San Nicolás.

De calendarios y precios

En cuanto al origen geográfico de los productores y bodegueros, el grueso de los pedidos viene de toda la provincia, sin embargo los viveristas también tienen clientes en las zonas vitivinícolas de San Juan, La Rioja y Catamarca.

El ritmo de los pedidos comienza de acuerdo a lo indicado por los viveros, incluso antes de la cosecha.

Por norma general empieza en enero pero en los meses de abril, y mayo es cuando alcanzan su mayor demanda.

En tanto desde agosto hasta noviembre se hacen las entregas de plantas.

Los precios unitarios varían entre viveros, pero por norma general se sitúa si es barbecho de raíz desnuda entre los $ 11 y $ 12 más IVA.

En el caso de los injertos pueden promediar entre los   $ 18 y $ 20 por unidad. “La variación de precio con respecto al año pasado es de un 30%. El precio se fija por un acuerdo de viveristas de la zona. Los que tienen el mayor volumen fijan el precio y el resto de los ingenieros de los viveros posee un precio algo más bajo”, explicó Castro.

En el caso de Vivero San Nicolás, el mínimo de compra es de 50 plantas hacia arriba en la provincia. Fuente: Los Andes

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