Crece la demanda por pivotes de riego

El riego tiene más de 50 años desde que trajo una ayuda importante al sector, en tiempos de sequia. Hubo equipos que en la década del noventa se comenzaron a implementar en Argentina.

Los equipos que se usan actualmente tienen mucha tecnología adjunta, y se ejecutan por riego diferencial –el productor maneja aplicando la cantidad justa y necesaria de agua en el momento que quiere con estos sistemas- y están desarrollados para implementarse en superficies extensas.

Una firma referente en este ámbito es Irri-Ar, que dentro de Agroactiva fue la encargada de las demostraciones en el amplio espacio de la dinámica. Allí expuso el pívot central Lindsay, fabricado en los Estados Unidos, pero ensamblado con piezas argentinas en su fábrica de Pilar, el cual se está consolidando por todo el país a través de distribuidores.

Eduardo Pérez Egan, gerente de la empresa, detalló aspectos salientes de los equipos. ‘Tenemos una red de distribuidores armada, con excelente servicio y proyectos con entrega llave en mano e integrales, con los cual ayudamos mucho al productor en el manejo final de los equipos, dando cuenta así, nosotros no solamente nos dedicamos a la venta de la maquinaria, sino al contrario: nos interesa estar al lado de nuestros clientes-productores constantemente para asistirlos y asesorarlos para un mejor funcionamiento del equipo’, dijo.

Las maquinas no se están desarrollando aún en el país, hay proyectos de hacerlo próximamente, aquí solamente se fabrican algunas piezas y, se realiza el ensamble final. De todas formas, el equipo es un componente, solo un 40% de lo que se necesita para regar un campo, todo lo demás se engloba en perforaciones, bombas nacionales, tuberías, cables, etc. Son muchas las partes que necesita un proyecto integral de este tipo para llevarlo a cabo.

 

En lo que va del año hay una demanda importante para equipar campos con pivotes de riego, donde extrayendo agua del río, se puede esperar resultados importantes, como ejemplo los resultados de rendición en campos de la provincia de Buenos Aires en épocas de sequia.

“Cuando llegan épocas de sequía la alternativa del riego artificial es una de las soluciones que encuentran los productores, pero no todos están de acuerdo con esta práctica por varias razones: la utilización de agua de las napas para riego, el principal problemas puede ser la salinización del suelo, que puede afectar al propio productor; y otro problema puede ser que se seque una napa y eso afecte además a campos vecinos que utilizan el agua para necesidades más básicas, como darle de beber a los animales. Cada caso debe ser estudiado y proyectado, tomando como base el lugar, el tipo de suelo, etc. Por eso para nosotros es importante el buen asesoramiento hacia nuestros clientes”.

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