Argentina podría llegar a las 6 millones de hectáreas irrigadas

En el marco del proyecto “Desarrollo Institucional para la Inversión” la Unidad para el Cambio Rural (UCAR) realizó de manera conjunta con la representación de FAO en Argentina, un taller en el que se presentaron las conclusiones del estudio “Potencial de Ampliación de Riego en Argentina”. Durante la jornada, desarrollada en la ciudad de Buenos Aires, se expuso sobre el aprovechamiento de los recursos hídricos en el marco de una política agropecuaria que busca fomentar las áreas de agricultura irrigada en nuestro país, con un potencial de más de 6 millones de hectáreas.

El proyecto “Desarrollo Institucional para la Inversión” tiene como objetivo general mejorar las condiciones de vida de los pequeños y medianos productores, mediante el incremento de las inversiones agropecuarias a través de proyectos que favorezcan el desarrollo rural y regional. El presente estudio es el resultado de un trabajo mancomunado entre la FAO, el PROSAP/UCAR y diversas organizaciones afines.

La apertura del taller estuvo a cargo del coordinador ejecutivo de UCAR-PROSAP, Lic. Jorge Neme, y del Dr. Valdir Welte, representante de la FAO en la Argentina. “Este taller significa llegar al cierre de un proceso de estudio y de diseño de una política pública en materia de riego”, señaló Neme al comenzar su alocución. Y agregó que este trabajo “reunió la masa crítica de investigación y estudio más importante que exista en la Argentina sobre el tema del riego, fundamentalmente centrado en las nuevas áreas para poder continuar creciendo como país productor y abastecedor de alimentos a un mundo crecientemente demandante.”

Neme destacó la enorme experiencia recogida del acuerdo firmado entre FAO y el gobierno de Mendoza hace más de 12 años, “que nos hizo advertir de la importancia de incorporar a nuestro trabajo un alianza de esta naturaleza con la idea de sumar la enorme masa crítica que tiene FAO en materia de talentos e inteligencia de proyectos y de diseño de política pública de inversión, a los fines de mejorar la calidad de nuestra política y de nuestra inversión”.

En este sentido señaló que este estudio constituye una pieza clave para diseñar una política que incremente sustancialmente ese nivel de inversión en un conjunto de zonas que tienen un enorme nivel potencial en Argentina. El PROSAP está llegando a un tercer ciclo, tanto con el Banco Mundial como con el Banco Interamericano de Desarrollo y hemos abierto, además, otros canales de financiamiento con otros organismos multilaterales de crédito que están interesados en incrementar la producción de alimentos.

Además subrayó especialmente que este estudio se realizó con base en diferentes territorios de la Argentina (Neuquén, San Pedro de Jujuy, Valle Calchaquí, Mendoza, Gral. Roca) “con gente comprometida reconociendo no solo la cuestión de la ingeniería sino también la cuestión de la producción, la cuestión social y el conjunto de variables que constituyen lo que es el diseño de una política de calidad”.

El Dr. Welte, por su parte, remarcó la importancia de la alianza estratégica FAO-PROSAP para el desarrollo de zonas menos favorecidas del país, especialmente en la creación de infraestructura de riego y producción agrícola. En ese sentido destacó que “los impactos generados por el cambio climático presentan desafíos y oportunidades para el riego como herramienta de desarrollo”. Además dijo que la FAO viene contribuyendo a numerosos estudios sectoriales, entre ellos sobre manejo de recursos hídricos, y señaló que han colaborado con la formación y capacitación de técnicos y la realización de más de diez estudios en la materia desde el año 2002, principalmente en Mendoza.

Finalmente recalcó el carácter participativo de este trabajo, que reúne los esfuerzos de distintas instituciones, de representantes del sector privado y de técnicos independientes, y que es un importante insumo para la toma de decisiones. En ese sentido señaló: “hemos propiciando –y lo seguiremos haciendo-  acciones orientadas a apoyar las oportunidades y el rol que la Argentina tiene en relación al desarrollo sostenible y la disminución de la pobreza y para el apoyo a la erradicación del hambre”.

Presentación del estudio

Luis Loyola, Oficial Técnico del Proyecto de FAO, afirmó en su presentación que el aumento en la demanda de alimentos, el incremento en los precios de los alimentos y el impacto de estos últimos sobre el cambio climático brindan oportunidades para el incremento de la productividad de la agricultura irrigada. “Argentina cuenta con un contexto favorable en relación a los recursos naturales, para incrementar el riego como herramienta eficiente para la intensificación sostenible de la gproducción arícola”, señaló.

Con respecto a las principales conclusiones del trabajo, Loyola dijo que el potencial de riego de la Argentina, según el informe, es de 6,1 millones de hectáreas (alrededor de 29.780 millones de U$D).

En cuanto a las limitaciones para alcanzar esto, se detectaron algunas en temas como capacitación, información, institucionalidad, recursos económicos, factores político-culturales, ordenamiento territorial, degradación de tierras y salinidad, etc.

Las propuestas realizadas involucran aspectos (i) económicos financieros, (ii) institucional y legal, y (iii) técnico. 

El estudio propone una herramienta multicriterio, que es un mecanismo estructurado que sistematiza la información recopilada para identificar estrategias de acción que posibiliten la planificación de acciones y mecanismos orientados a incrementar e intensificar sosteniblemente la producción de la agricultura irrigada en la Argentina.  Finalmente se aconseja incorporar a la agenda pública la Definición de una Estrategia de Riego.

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