Aranguren se va de Shell

La petrolera Shell ya no tendrá, desde el 30 de junio, a Juan José Aranguren como su CEO. Aranguren, histórico directivo de la industria petrolera, dejará su cargo luego de 37 años de trayectoria, habiéndose desempeñado en los últimos 12 años como Presidente del directorio en el país.

A partir del 1° de julio de 2015, dicho cargo será ocupado por el Teófilo Lacroze quien, a su vez, se desempeñará como Vicepresidente de Desarrollo de Negocios de Upstream para Argentina, según anunció la petrolera en un comunicado. 

Existen rumores que Aranguren se dedicará a la política a partir de junio, sumándose a las filas del PRO, y distintas versiones indican que podría desempeñarse en lugar de Galuccio al frente de YPF, en caso de ganar Mauricio Macri las próximas elecciones presidenciales. 

El reemplazante. Lacroze ingresó a Shell Argentina en 1996 y desarrolló su carrera en la compañía ocupando diversos cargos en las áreas de Finanzas, Ventas y Operaciones, Planeamiento de la Red, Suministros y Distribución, tanto en la Argentina como en el exterior.

Desde 2011 a la fecha, representa los intereses del Grupo Shell como Vicepresidente Ejecutivo del área Comercial de Raízen, un Joint Venture entre Shell y el Grupo Cosan de Brasil.

Kicillof, los dólares y la pelea. El 26 de enero de 2014 no fue un día más en sus 37 años como presidente de Shell Argentina. Aranguren salió a defenderse de los ataques de Axel Kicillof, quien lo había acusado de querer armar “una escalerita” financiera. 

¿Qué sucedió? El precio del dólar oficial pegó un salto brusco y, desde el Gobierno, salieron a acusar a la petrolera de impulsarlo. “Shell compró a un banco extranjero $ 3,5 millones a un precio de $ 8,40, cuando la cotización era de $ 7,20”, había disparado el ministro de Economía, quien enmarcó la operación en un plan para “armar una escalerita”.

Aranguren, ante ese ataque, salió a defenderse. “El Banco Central estaba al tanto desde hace una semana de las compras de dólares que iba a realizar Shell para atender sus importaciones y exportación de combustibles”, dijo el ahora saliente ejecutivo. 

En ese sentido, explicó cómo había sido la operatoria que, luego, despertó la furia de Kicillof. “Concretamos exportaciones por US$ 14,7 millones e importaciones por 11,3 millones, con un saldo a favor de US$ 3,4 millones, que liquidamos en el mercado a $ 6,885, por debajo del cierre diario. Al día siguiente precisamos adquirir US$ 1,6 millones, que conseguimos a $ 6,896, es decir, 25 centavos menos que el cierre del día”, contó.

 

 

 

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