“Nunca me había proyectado trabajando en Milicic”

Marian Milicic contó cómo llegó a unirse, sin proyectarlo, a la firma de su padre Carlos, quien fundó la compañía hace más de 40 años y hoy emplea a 1.300 personas. “Hoy, es una empresa sana, honesta y que se ha ganado un nombre y un prestigio, lo que es motivo de orgullo familiar”, afirmó.

Lo que hoy es una de las constructoras viales y civiles más grandes a nivel nacional comenzó en una quinta de verduras de 12 hectáreas, sobre Circunvalación. “Ahí se crió mi papá, se casó y se fue a vivir con mi mamá y en ese lugar nacimos mi hermana y yo. También ahí vivían mi tío con su familia, mis abuelos y mi otro tío”, contó Marian.

“Pero en un momento mi papá se dio cuenta de que la quinta no nos iba a permitir vivir a todos, por lo que empezó a hacer fletes de materiales de construcción”, explicó en su disertación durante el nuevo Human Camp, que tuvo lugar ayer en Puerto Norte. “Mi padre, sin terminar la secundaria, siempre tuvo -y tiene- una gran capacidad de trabajo y una visión de la oportunidad de negocio muy clara”, subrayó. “En casa, no había sábados ni domingos; y no hubo vacaciones hasta casi cuando yo terminé la primaria. Era un tema de que lo primero era el trabajo y ese mandato está muy presente en nosotros, sus hijos”, destacó.

Milicic ha mostrado constante crecimiento realizando trabajos para importantes compañías nacionales y hoy, señaló su gerente general, “está atravesando un cambio generacional y en la conducción”. “Somos una empresa familiar y yo ocupo este cargo porque así lo decidió el dueño, dejando espacio para que nosotros, sus hijos, vayamos construyendo una forma distinta de gestionar la empresa”, afirmó Marian, aunque también sostuvo que este cambio se debió a “una necesidad de la organización que mi padre notó que hacía falta”.

¿Cómo, entonces, fue que la hija mayor de Carlos, que había decidido dedicarse a la Abogacía y que llegó a hacer carrera en el mundo del Derecho, viró su futuro hace 12 años y pasó a integrar la firma familiar?

“Me recibí, empecé a trabajar en un estudio, me asociaron luego; tenía un micro en la televisión y en la radio, daba clases en las universidades y tenía proyección de futuro”, recordó. “Pero en algún momento mi papá me propuso empezar a trabajar en Milicic, cosa que hasta ese momento no había pensado. Nunca me había proyectado trabajando en Milicic; pero cuando me lo planteó no lo dudé mucho, quizá porque siempre lo quise, no sé la verdad”, reveló. “Y me sumé a trabajar, sin tener mucha idea lo que era ni lo que iba a hacer”, apuntó.

Comenzó desempeñándose con los temas legales, que era donde más cómoda se sentía, pero de a poco fue encontrando su espacio en la empresa y entendiendo el negocio, de manera de poder generar valor desde su lugar. “Fui encontrando ese espacio porque también mi papá lo fue dejando para dejarme hoy en este cargo, como gerente general de las 5 unidades de negocio de la empresa”, aseveró y finalizó con el siguiente mensaje: “Es un lugar en el que no se está solo, porque se va construyendo con otros: gestionar implica eso, entender que otros tomen decisiones, asumirlas y entender por qué las decidieron, estar abiertos a la opinión”.

REDACCIÓN ON24

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