El superávit comercial cayó en febrero 92% con respecto al mismo mes del año pasado y cerró el segundo mes del año con un saldo de US$ 44 millones. Hubo una fuerte caída interanual en las exportaciones, que bajaron 6% a US$ 5.393 millones frente a febrero de 2013, mientras que las importaciones crecieron 2% a US$ 5.349 millones.
El incremento de las compras del exterior se explicó, básicamente, porque se importó 43% más de combustibles. Sin embargo, el Gobierno siguió limitando la entrada de bienes del exterior y por eso las importaciones crecieron sólo 2%.
En el primer bimestre del año, según el INDEC, la balanza comercial arrojó un resultado positivo de US$ 79 millones, lo que significa una caída del 90% frente a igual periodo del año pasado. Las importaciones cayeron 1% pero las exportaciones sensiblemente más: 7%. Se exportaron 34% menos de granos y 2% menos de productos industriales.
“La caída en las exportaciones está íntimamente ligada al freno de las importaciones que produjo el Gobierno porque gran parte de lo importado se destina a la producción de bienes que luego se comercializan fuera del país”, explicó Miguel Ponce, titular de la Cámara de Importadores. Según el empresario, “estamos viviendo el peor parate en las importaciones desde que se instaló el régimen de las DJAI”.
En febrero, Augusto Costa se había reunido con los importadores y se mostró preocupado por la cantidad de DJAI que dejó pendientes de aprobación su antecesor, Guillermo Moreno. El secretario de Comercio está convencido de que las empresas sobreestockean de mercadería ante la expectativa de devaluación y por eso los pedidos de compras de divisas para saldar importaciones se había acelerado. Pero los importadores niegan esta situación y sostienen que aun hoy no han podido recomponer el stock de la era Moreno.
La semana pasada Costa envió a los importadores un requerimiento que tienen que cumplir para poder acceder a la presentación de las DJAI. Se trata de un formulario de varias páginas donde se les solicita todos los datos de la empresa, se les pregunta por los productos que mayores ganancias les reportan, se les solicita que detallen si la compañía accedió a financiamiento bancario, las proyecciones anuales de sus propias exportaciones e importaciones y se les solicita una descripción del uso que tendrán los bienes que solicitan importar.
El endurecimiento de las trabas fue para compensar el salto de 43% en la importación de combustibles que en febrero totalizaron US$ 852 millones. Y en esas compras también se fueron la mayor cantidad de los US$ 250 millones que durante febrero perdió de reservas el Banco Central.
Asimismo, gracias a las restricciones, la importación de bienes de consumo cayó 5% a US$ 557 millones en febrero frente a igual mes del 2013. Mientras que la baja para bienes intermedios fue del 1% totalizando US$ 1.483 millones.
Fuente: iEco
