Ahora: complicaciones financieras…

 

 El informe del Economista Adriano Mandolesi para el Centro de  Gestión Agropecuaria de Fundación Libertad 

Siguen las bajas en los principales productos agrícolas. Fundamentos propios de oferta abundante y ralentización de la demanda se suman a un contexto financiero complicado. El próximo lunes 19 es feriado en Estados Unidos (día en recuerdo de Martin Luther King). A nivel local la soja reflejó las bajas externas, mientras que en el mercado de trigo y maíz sigue la ausencia de los exportadores debilitando los precios.

El día lunes 12 de enero, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) publicó sus nuevas estimaciones de Oferta y Demanda Mundial para el mercado de granos. Este reporte generó nuevas presiones bajistas para el mercado, tras confirmar la súper-producción mundial de granos. Desde el plano financiero el dólar volvió a fortalecerse durante la semana mientras el Banco Central suizo sorprendió a los mercados y habilitó una marcada apreciación del franco contra el euro, aumentando la tensión en los mercados internacionales de divisas.

En relación al cuadro de oferta y demanda del mercado las conclusiones son claras: holgada oferta de trigo, mayor producción y menor demanda en soja y menor consumo de maíz compensado por un leve ajuste de la producción. Precisamente repasamos a continuación cuales fueron las principales cifras del reporte y su impacto inmediato para los precios locales.

Respecto al maíz el USDA estimó una producción para la cosecha norteamericana de 361.09 mill. de tt.Además recortó las existencias finales estadounidenses de 50,75 a 47,69 mill. De esta manera, la relación stock/consumo comienza a ajustarse desde las proyecciones iniciales. Recordemos que en octubre, superaba el 15% mientras que hoy se estima en 13,8%. El balance resultó alcista para los precios, tanto por ajustes en la producción, como las existencias finales.

De cara a los próximos meses cobran especial relevancia las proyecciones de la pre-campaña 15/16 en EE.UU donde la relación de precios soja/maíz jugará un rol central. Para el resto del mundo se estima que la producción sería de 988,08 mill. de tt, en tanto que las existencias finales retrocedieron de 192,20 a 189,15 mill. Puntualmente para Sudamérica, la cosecha de Brasil rondaría las 75 mill. de tt, sin cambios respecto del mes pasado, cifras que se encuentran por debajo de las proyecciones de la Conab, que proyecta 79,05 mill. de tt. En relación a nuestro país, la cosecha se estima sin cambios en 22 mill. de tt, con un saldo exportable de 12 mill.Según se desprende de las cifras oficiales, entre ambos ciclos los exportadores tienen comprados más de 9,7 mill. de tt con un saldo anunciado hasta el momento de 8 mill. de tt, hasta el momento desapareció el interés por concretar negocios por parte de la exportación.

Por su parte, una mayor producción de soja fue la sentencia principal del informe. A nivel global la producción fue elevada de 312,81 a 314,37 mill. de tt, en tanto que las existencias finales fueron incrementadas de 89,9 a 90,8 mill. Es que contrariamente a las proyecciones de los operadores que esperaban un recorte en los stocks finales del poroto estadounidense, se incrementó la producción en igual medida que las exportaciones para dejar inalterados las reservas finales. Esto causó una fuerte presión bajista sobre los precios.

Más allá de lo que pase con Sudamérica, el principal factor alcista sigue siendo el elevado nivel de exportaciones que se registra de la mercadería norteamericana. Sólo resta vender un 10% de las proyecciones del organismo. Si China sigue activa como comprador seguramente los números volverán a ajustarse. En tal sentido sorprendió la cancelación de una operación importante del “gigante asiático” el día viernes.

América del Sur será el centro de atención en las próximas semanas. En Brasil comienza a tomar ritmo la recolección donde se proyectan 95,5 mill. Para Argentina, las proyecciones se mantienen en 55 mill. de tt, sin cambios respecto del reporte del mes pasado. En este escenario la operatoria de soja nueva se muestran paralizadas principalmente por la ajustada rentabilidad y la incertidumbre respecto al escenario cambiario del país.

Respecto al trigo, las proyecciones de stock finales están por encima de lo previsto para el ciclo norteamericano.  Menor competitividad de la mercadería estadounidense en el mercado de exportación, por el fortalecimiento del dólar frente a una canasta de moneda y un incremento en la producción global de trigo de 722,18 a 723,38 mill. y de las existencias finales de 194,90 a 196 mill. fueron los fundamentos que presionaron sobre las cotizaciones en Chicago.

Para nuestro país, la producción se mantiene en 12 millones de tt con un volumen estimado a exportar de 6 millones de tt, lejos de los 2,2 millones anunciados por el gobierno. Recordemos que según los números oficiales la exportación ya lleva compradas 4,1 mill. de tt de trigo 14/15 por lo que está abastecida. Sólo por mercadería de calidad pueden aparecer mejores negocios.

Como corolario, el USDA resultó alcista para el maíz y bajista para soja y trigo. Ahora la clave será la recta final de la campaña en el hemisferio sur, seguramente habrá algún día de mercado climático. Luego serán relevantes las primeras proyecciones de área de siembra para la próxima campaña Estados Unidos y ahí la relación de precios soja / maíz será el indicador a seguir.

En el mientras tanto, sigue la presión sobre los precios locales. Los números no cierran, pero el clima, por ahora, acompaña. Sólo Córdoba y norte de la Pampa se registraron algunos problemas de humedad pero las últimas lluvias generaron cierto alivio.

La campaña marcha con mucho en juego y las perspectivas de precios siguen siendo desfavorables, mientras las políticas locales siguen perjudicando al productor. El corsé económico no sólo aprieta por las condiciones de mercado. La competitividad cambiaria ofrece un segundo revés a las perspectivas exportadoras. El 2014 fue un año de fortalecimiento del dólar frente a la mayoría de los signos monetarios a nivel mundial. A contramano, la Argentina fue uno de los pocos países que – en términos reales – apreció su moneda frente a la divisa norteamericana. Esto implica que nuestros productos resultan más caros para el resto del mundo, lo que dificulta la apertura de nuevos mercados justo cuando las divisas de la balanza comercial son más necesarias. Un escenario complicado para los productores locales.

 

 

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