Traccionando e innovando

En unidades, el incremento es de aproximadamente un 40% mayor que el año pasado, “pero entendamos que venimos de estar 2 metros bajo tierra”, graficó Sergio Onocko. Para este experto en el tema, el sector está “recién asomando la nariz fuera del agua, estos pasados años la industria no realizó despidos masivos pero fue reduciendo lenta y paulatinamente su estructura operativa; empleado que se jubilaba o se iba por alguna razón no era repuesto”. En definitiva, toda la operación se hizo pequeña y funcionaba en economía de “supervivencia”.

A partir de las medidas antes mencionadas y el empuje natural del empresario metalmecánico, la situación comenzó a revertirse. Se está aprovechando la capacidad instalada y en muchos casos también comienzan a observarse inversiones de expansión y planes de inversión.

De todas maneras, los costos internos siguen siendo altos. “Principalmente el fiscal”, apuntó Onocko. “Hay que entender que la industria de maquinaria agrícola funciona , al igual que todo el sector agropecuario, como una red de empresas muy especializadas que se interconectan. Esto hace que el impacto de ingresos brutos de las provincias y los impuestos municipales se agreguen como capas de costos improductivos, sobre las cuales se monta las siguiente volviendo a tributar”, advirtió. Por esto, los productores y contratistas argentinos pagan precios muy superiores por equipos similares a los de sus vecinos de Uruguay o Chile, por ejemplo. Para Sergio Onocko, “el tipo de cambio, aún bajo, puede amortiguar un poco este efecto en caso de subir”.

Con todo, el mercado sigue traccionando y las ventas se generan. Hay una necesidad palpable de renovación de equipos y en la medida que haya herramientas financieras, las ventas se seguirán produciendo.

En este punto, vale la pena señalar que un factor claro en los negocios es la escasa liquidez. “Las operaciones de contado son financiadas por bancos y las de financiaciones comerciales que generalmente no superan los dos años se realizan con cheques pago diferido que en gran parte terminan también descontados en el sistema financiero”, explicó el consultor en maquinaria agrícola. Agregó que hoy las tasas reales son bajas ya que se está financiando en pesos en tasas que descontando la inflación proyectada son muy convenientes para el comprador.

“Otra característica distintiva de nuestro mercado y que lo hace casi único en el mundo es la alta participación en los  negocios  y alto valor relativo de los equipos usados”, dijo. Basta comparar lo que vale un equipo usado en el exterior con lo que vale en nuestro país para notar que existe aquí una sobrevaluación de los usados.

Para Onocko, es de esperar que en la medida que las financiaciones para equipos nuevos se mantengan en el tiempo la renovación del parque de máquinas empuje el valor de los usados hacia abajo. Por cierto, este fenómeno ya es muy notorio en autos y camionetas donde asistimos a una rápida reducción del valor de los usados que cualquiera puede verificar yendo a una agencia a solicitar tasación de su vehículo. “En el mercado e maquinarias es necesario e inevitable que esto ocurra”. El tema es de mercado: “Ni los revendedores que tienen su capital trabajo gran parte invertido en equipos usados, ni los clientes desean que esto ocurra. Pero creemos que es lo que pasará”, subrayó. “Aquellos que lean esta realidad podrán hacer un aterrizaje suave a esta nueva situación, los que no verán su patrimonio reducido”, vaticinó el experto local.

Siempre innovando

La innovación de máquinas es imparable. “La tecnología de materiales y sobre todo la electrónica aplicada hacen que los equipos de hoy se parezcan poco a los de ayer”, destacó Sergio Onocko. Para citar ejemplos, podemos decir que en sembradoras neumáticas el accionamiento eléctrico gobernado por sistemas computarizados es revolucionaria. En cosechadoras cada vez mayores potencias se combinan con plataformas más anchas donde el sistema de lonas (Drapper) se está imponiendo con muchos fabricantes locales en la lucha tecnológica y de mercado.

Y si hablamos de ventas, las cosechadoras han sido uno de los rubros con más crecimiento. También se han vendido muy bien los tractores y las sembradoras.

“Un rubro destacable es el creciente consumo de maquinaria de la ganadería moderna”, apuntó Onocko, en sintonía con el buen momento que atraviesa el sector pecuario, con interesante rentabilidad. “Casi todo el engorde se hace con mecanización”, recordó el experto. Muchos tractores de potencia media (hasta 160 hp) y miles de Mixers se venden para la ganadería cada año.

Importación

Las máquinas agrícolas llegan de a poco desde el exterior. Las cosechadoras vienen semi fabricadas de Brasil. Pulverizadoras y algunos tractores, del gigante carioca y de Estados Unidos. “Algo de tractores de baja potencia de China, Turquía e India”, indicó Onocko. “Los fabricantes locales han optado en la mayoría por ser ellos los que importen equipos para complementar sus líneas nacionales brindándole a sus red comercial y a sus clientes toda la línea de productos, aprovechando la fuerza de su marca y sobre todo la fuerza de su red de venta y post-venta nacional”, ilustró.

Con todo, estamos entrando en el último trimestre del año y la gran mayoría de las fábricas tienen toda su producción anual ya comprometida. “Hoy querer una sembradora de primera marca nueva significa esperarla para el año próximo”. De todas maneras, Sergio Onocko dijo que las fábricas no se desesperan por agrandar y expandir mucho su operación. “Como dice la canción de Juan Carlos Baglietto: “el que viene del infierno, sólo quiere un tiempo blando”, remató.

Fuente: ON24

Comentarios